Cada
año, los gerentes de las pequeñas, medianas y grandes empresas deben definir
cuánto dinero invertirán en publicidad, operación, ventas y demás elementos que
en diciembre generen lo que fríamente se conoce como retorno de la inversión.
Hasta ahora, en ese listado de prioridades la seguridad de la información
sensible que manejan los empleados ni siquiera es considerada.
Recientemente, Certicámara y la empresa de seguridad informática Symantec revelaron un estudio del sector en Colombia y las conclusiones fueron preocupantes. Aunque las amenazas cibernéticas crecen a un proporción de 60 %, el presupuesto asignado en las compañías públicas y privadas apenas llega al 10 % del total de los gastos.
La complejidad de la amenaza no ha sido completamente dimensionada por aquellos que toman las decisiones presupuestales en las empresas. Si es gerente ¿se imagina que un día un pirata informático secuestre información sensible como sus investigaciones y desarrollos o el presupuesto general de la empresa? O en casos menos dramáticos y más usuales, ¿que un empleado deje inservible un equipo de cómputo por caer en una trampa de correo spam?
De hecho, los correos maliciosos, o mejor, la curiosidad desmedida de los empleados, es la principal amenaza contra los sistemas de las compañías. Para dimensionar esto a nivel global, según “El reporte de Amenazas 2016” elaborado por Forcepoint, empresa dedicada al desarrollo de soluciones de software, el contenido malicioso en el correo electrónico a nivel mundial aumentó un 250% en comparación con el 2014.
Recientemente, Certicámara y la empresa de seguridad informática Symantec revelaron un estudio del sector en Colombia y las conclusiones fueron preocupantes. Aunque las amenazas cibernéticas crecen a un proporción de 60 %, el presupuesto asignado en las compañías públicas y privadas apenas llega al 10 % del total de los gastos.
La complejidad de la amenaza no ha sido completamente dimensionada por aquellos que toman las decisiones presupuestales en las empresas. Si es gerente ¿se imagina que un día un pirata informático secuestre información sensible como sus investigaciones y desarrollos o el presupuesto general de la empresa? O en casos menos dramáticos y más usuales, ¿que un empleado deje inservible un equipo de cómputo por caer en una trampa de correo spam?
De hecho, los correos maliciosos, o mejor, la curiosidad desmedida de los empleados, es la principal amenaza contra los sistemas de las compañías. Para dimensionar esto a nivel global, según “El reporte de Amenazas 2016” elaborado por Forcepoint, empresa dedicada al desarrollo de soluciones de software, el contenido malicioso en el correo electrónico a nivel mundial aumentó un 250% en comparación con el 2014.
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